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A prueba de todo: Volkswagen superó los 30 millones de kilómetros en tests de rodaje

Suele ser bastante habitual en Brasil ver camiones con un llamativo camuflaje blanco y negro en su cabina y probablemente, si alguna vez te cruzaste con alguno, es muy probable que haya sido un Volkswagen. Y es que la marca acaba de superar nada menos que los 30 millones de kilómetros de pruebas desde la creación de la división Camiones y Buses junto con su sede y planta de Resende.

Volkswagen pruebas

Antes de ser presentado en el mercado, cada nuevo producto debe pasar por exigentes ensayos de todo tipo para comprobar el correcto funcionamiento de cada componente o sistema. Para ello, la compañía posee un centro de desarrollo, pero también realiza los tests de rodaje en calles y rutas del país vecino. Altitud, clima, interferencias electromagnéticas, resistencia al agua o a los choques, exposición al clima, tipos de terreno, análisis estructurales en el laboratorio, son solo algunas de las 300 evaluaciones que Volkswagen realiza e incluso recientemente sumó un centro específico para software, dada la evolución tecnológica y de servicios conectados que ofrecen sus productos.

vw e-deliveryAl respecto, Rodrigo Chaves, vicepresidente de Ingeniería y CTO de VW, señaló: «Tenemos un centro de excelencia en nuestra fábrica de Resende, desde donde desarrollamos, probamos y producimos cada modelo nuestro que llegará a uno de los más de 30 países en los que estamos presentes. Contamos con un equipo de especialistas con más de 500 profesionales implicados en esta dinámica para ofrecer la mejor solución coste-beneficio a nuestro cliente».

En los últimos años, la marca invirtió fuertemente en tecnología de adquisición de datos durante las pruebas con los prototipos. En un reciente lanzamiento, por ejemplo, instaló más de 300 puntos de seguimiento en unidades con este fin. Sensores e instrumentos especiales se instalan en todo el vehículo, que se somete a las condiciones de conducción más adversas, ya sea en funcionamiento real, en pistas especiales, en rutas o en el campo de pruebas de Resende. Asimismo, la firma alemana expone sus vehículos a condiciones extremadamente severas para validar cada componente, desde altitudes de 5.200 metros hasta temperaturas de -18°C o incluso de +50°C. Los vehículos circulan incluso por la nieve para evaluar su comportamiento en terrenos de baja fricción o se sumergen en el agua para simular el tráfico en zonas inundadas.

Por su parte, en la prueba de choque (crash test), se comprueba la seguridad, mientras que en la sacudida de la cabina (cab shake), ésta se somete a movimientos bruscos en una prueba de laboratorio, simulando el arrollamiento del habitáculo e incluso el vuelco. Además, las unidades se someten a pruebas de envejecimiento térmico en una cámara climática, con aumento y disminución bruscos de temperatura y humedad. De esta manera, Volkswagen se asegura el nivel de calidad, confort y seguridad de sus productos.

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